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No mas manchas en la piel: sol en primavera sin riesgos

Todos los cambios de estación afectan a nuestra piel, ya que es el órgano que nos comunica con el exterior. La primavera requiere unos cuidados específicos para evitar las manchas en la piel. La primavera es una época de aumento de la temperatura y la humedad. Es el preludio del verano, por lo que es […]

manchas en la piel

Todos los cambios de estación afectan a nuestra piel, ya que es el órgano que nos comunica con el exterior. La primavera requiere unos cuidados específicos para evitar las manchas en la piel. La primavera es una época de aumento de la temperatura y la humedad. Es el preludio del verano, por lo que es esencial cuidar la piel en este momento para prevenir daños posteriores.

 

El aumento de temperatura hace que aumente la cantidad de grasa en la piel, por lo que la piel está más protegida que en invierno, que tiende a secarse. Suele ser una buena época para las pieles secas, no obstante, la pieles grasas sufren la primera mucho más. Es en esta época cuando aparece el acné y las alergias cutáneas hacen que empeoren problemas como los eccemas y la psoriasis.

 

Las primeras exposiciones al sol deben estar muy controladas, pues estos son los momentos donde la piel se encuentra más desprotegida. En la primavera es imprescindible empezar a usar filtros solares como rutina diaria para evitar las manchas en la piel y otros problemas relacionados con la acción del sol.

 

Conviene que los productos que usemos para cuidar nuestra piel en primavera estén libres de componentes nocivos que vayan a tener consecuencias sobre nuestra piel y nuestra salud a largo plazo. Así mismo y a parte del uso de cremas y tratamientos específicos, una dieta saludable también ayudará a mejorar nuestro aspecto y eliminar posibles manchas en la piel.

 

TOMAR EL SOL EN PRIMAVERA SIN RIESGOS

 

Lo primero que debe hacerse es una buena exfoliación. De esta forma eliminamos las células muertas y la piel estropeada. Después de la exfoliación, la piel está mucho más receptiva por lo que es el momento idóneo para hidratarla y usar mascarillas. Para una correcta exfoliación podemos usar cremas que contengan micro-partículas que produzcan una suave erosión como la sal marina. También podemos usar cremas que contengan ácidos frutales, estas cremas contienen unas enzimas que se unen a las células muertas y consiguen disgregarlas. A parte del rostro deben exfoliarse todas las zonas que van a estar en contacto con el sol como los codos o las rodillas.

 

El siguiente paso, recomendado para pieles secas, es aplicar una mascarilla. Es importante que esta mascarilla sea especialmente hidratante y que en el caso de pieles secas contenga algún producto como el aceite de Argán. En el caso de las pieles normales, lo recomendable es usar una mascarilla que contenga ácido hialurónico. Para las pieles grasas, una mascarilla que contenga arcilla verde ayudará a limpiar la piel.

 

Como comentábamos al principio, usar un filtro solar debe convertirse en una rutina diaria. Aunque las manchas en la piel aparecen por distintos factores como factores hormonales, una exposición abusiva al sol, tratamientos como la piel como el peeling, etc, es recomedable usar un fotoprotector de FPS mínimo de 30. Si ya te han salido manchas, el protecotr más adecuado será el de 50. Hay que tener cuidado a la hora de elegir fotoprotector, puesto que la mayoría solo protege de rayos UVA y UVB. Hay que elegir el fotoprotector más completo posible y que se adapte mejor a tu tipo de piel.

 

Por último no debes olvidar mantener una dieta saludable. Si quieres lucir una piel tersa y fresca debes llevar una vida saludable como rutina que incluya tomar muchos alimentos de temporada, beber dos litros de agua para mantenerse hidratado y evitar productos industriales que incluyan azúcares refinados. No debes jugártela con tu piel, toma el sol moderadamente y recuerda que nuestro exterior es solo una proyección de nuestro interior, así que procura mantenerlo sano.

 

Lo más recomendable es consultar a un especialista que te aconseje sobre los mejores productos y tratamientos según tu tipo de piel y sus características específicas. Apuesta siempre por la calidad y no adquieras productos “baratos” que a la larga, le saldrán muy caros a tu piel y a tu salud.

 

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