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Lucir una piel suave y llena de vitalidad es mucho más fácil de lo que te puedes imaginar. Aunque el zumo no es la solución a todos los problemas de la piel, sí que le aporta una gran hidratación y muchos nutrientes que ayudan a conservar la salud de la propia dermis. Existen muchos tratamientos y cremas dedicadas a los cuidados de la piel, pero la alimentación también es un factor fundamental para su protección.
La dermis es una de las barreras de protección principales de nuestro organismo, defendiéndonos del medio. Si su tacto se vuelve áspero, rugoso, tenso o, incluso, se padecen picores o presenta un aspecto cuarteado, significa que tenemos la piel deshidratada. En este estado, nuestra dermis no podrá realizar correctamente sus funciones y su apariencia será más reseca, luciendo apagada y sin vitalidad.
Cuando el estado de nuestro cutis se encuentra en estas condiciones hay que buscar soluciones para resolver esta afección. La mejor opción son los remedios naturales y, aunque existen una gran cantidad de productos de este tipo que pueden ayudar a combatir la piel seca, en esta ocasión hablaremos sobre los mejores zumos para devolver la hidratación a nuestra dermis.
Los estupendos valores nutricionales del pepino y su alto contenido en agua lo convierten en una herramienta capaz de nutrir y reparar la piel, dándole mayor vitalidad. Aunque también es útil frente a las arrugas y puede calmar la piel tras quemaduras solares, el zumo de pepino destaca principalmente por hidratar la piel. Por lo tanto, sus benéficos son ideales para pieles secas o apagadas.
La zanahoria contiene una gran cantidad de vitamina A y antioxidantes, lo que funciona como un perfecto anti-edad, eliminando los radicales libres y previniendo a la piel de arrugas y manchas. Al ayudar en la producción de colágeno en el organismo, nuestra piel luce mucho más flexible y ayuda a la rápida eliminación de cicatrices. Por último, esta hortaliza nos ayuda a adquirir un bonito tono de bronceado y hace que nuestra dermis luzca más brillante.
La manzana no solamente ayuda a controlar la aparición de acné, también es ideal para eliminar las ojeras. Además, contiene dos tipos diferentes de ácido (málico y tartárico) que se encargan de la eliminación natural de las células muertas. Este proceso, unido al contenido de colágeno que también tiene esta fruta, promueve su regeneración y aporta elasticidad.
La fresa es una fuente de vitamina C, un zumo de esta fruta contendrá la cantidad recomendada de esta vitamina, funcionando como un poderoso antioxidante y beneficiando también al sistema inmunitario. Los componentes que llegan a nuestro organismo a través del zumo de fresa protegen el colágeno que está presente en la piel, lo que ayuda a conservar la firmeza de la dermis. Además, las fresas protegen nuestra piel de los rayos UV, reduciendo los daños que puede causar en nuestro cutis. Su ácido salicílico también favorece la destrucción de células muertas, lo que puede estimular el blanqueamiento de la piel. Consumiendo zumo de fresa de forma regular la piel lucirá más suave e hidratada.
Además, cualquiera de estas propuestas se puede combinar con otras frutas u hortalizas para elaborar zumos con sabores diferentes pero conservando los benéficos de sus componentes. Por ejemplo, la zanahoria encaja perfectamente con cualquier tipo de hortalizas o frutas gracias a su dulce sabor. Otra opción es combinar la manzana con kiwi y calabaza, complementos ideales para completar las funciones del zumo de manzana al tratar pieles secas. Los cuidados naturales de la piel son los remedios más eficaces, confía en las propiedades de estos zumos y disfruta de sus beneficios tratando tu cutis.