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Egipto es considerado por muchos como la cuna de la cosmética, y es que los antiguos egipcios le daban especial importancia a los productos cosméticos, si bien usaban muchos de ellos con un sentido más ritual que de embellecimiento. ¿Cómo eran los cosméticos egipcios? Estos son cinco de los que más utilizaban.
El maquillaje de los ojos es uno de los mayores distintivos de la estética egipcia. Los egipcios usaron pinturas negras y verdes para decorar el área alrededor de los ojos y protegerlos del sol. La pintura de ojos negros provenía de galena en polvo (un tipo de roca de cristal), que hoy llamamos polvo kohl.
Para hacer las pinturas, los egipcios empolvaban los minerales en una paleta y luego los mezclaban con algo que ayudaría a que el color se adhiriera al ojo. Los investigadores creen que usaron ungüentos hechos con grasa animal
Los perfumes también eran frecuentes en el Antiguo Egipto. Entre sus fragancias favoritas encontramos el incienso, la mirra, la casia y la canela. Los artesanos destilaban estos con aceites o grasas para extraer el aroma utilizando un método que hoy se conoce como enfleurage.
Además de los perfumes, los egipcios también usaban jabones. Creían que un cuerpo sucio era indeseable e impuro. Los jabones que usaron no eran como las barras que usamos hoy. Muchos de estos jabones eran una pasta de ceniza o arcilla, mezclada con aceite, a veces perfumado. Esto daba creaba un material que no solo limpiaba el cuerpo, sino que también tenía propiedades curativas para la piel.
Sol fuerte y vientos áridos hacían que la piel de los egipcios fuese más propensa a sequedad y quemaduras. Es por ello que le daban tanta importancia al uso de aceites corporales protectores, (tanto que los trabajadores lo recibían como parte de sus salarios).
Además, las mujeres a veces usaban aceite para eliminar las estrías después del embarazo. Y los hombres se frotaban ciertos aceites en la cabeza para estimular el crecimiento del cabello o evitar la calvicie.
Los tatuajes de henna se han puesto de moda pero tal vez no sepas que los antiguos egipcios ya lo utilizaban para la decoración del cuerpo y la coloración del cabello. La henna procede de las hojas secas de un arbusto llamado Lawsonia inermis. Sus hojas son verdes, pero después de secarse y triturarse, forman un polvo rojo anaranjado intenso. El polvo se mezcla con agua para formar una pasta. La henna es un tinte temporal y dura en la piel o el cabello durante varias semanas antes de desvanecerse.
Tal era el aprecio de los egipcios por los cosméticos que se los llevaban a la otra vida. Por eso no es raro que los arqueólogos se los encuentren incluso en las tumbas más humildes.