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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) siempre ha intentado concienciar a los mayores de la importancia del cuidado de la piel. Más aún cuando según la propia SEGG la piel del adulto mayor es más frágil, más seca y menos elástica. Eso aumenta el riesgo de quemaduras solares, infecciones y otro tipo de lesiones. A continuación compartimos contigo las 5 principales recomendaciones para los cuidados de la piel en el adulto mayor.
La hidratación es una constante en las rutinas de cuidado de la piel, pero cobra especial importancia en el caso de adultos mayores. Una correcta hidratación de la piel ayuda a evitar la aparición de grietas y picores en una piel que es más seca de lo normal. Esto no se reduce a usar cremas hidratantes sino también a beber agua suficiente.
Los mayores de 60 deben mantenerse alejados de la exposición directa al sol durante las horas en que sus rayos son más fuertes: de las 10 de la mañana a las 4 de la tarde. Hay que tener en cuenta que una persona puede quemarse con el sol incluso aunque el día esté nublado.
Para protegerse se recomienda usar protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más. Aplicarlo 15 o 30 minutos antes de salir y volver a aplicarlo cada dos horas.
Usar agua tibia para lavarse y no ducharse más de una vez al día, salvo que sea necesario. Conviene utilizar limpiadores suaves en lugar de jabones fuertes y productos a base de alcohol.Así mismo, hay que secar la piel con suavidad, presionando suavemente con la toalla en vez de flotando, y evitando el uso del secador siempre que se pueda.
El tabaquismo es uno de los hábitos que más daña la piel. Fumar hace que los vasos sanguíneos se estrechen, disminuyendo el flujo de sangre a la dermis. En consecuencia la piel pierde oxígeno y nutrientes. Para evitar los estragos del tabaco lo mejor es dejarlo cuanto antes.
Hay otras sustancias perjudiciales para la piel como el alcohol y la cafeína, así que también es recomendable suprimirlas.
Otras recomendaciones habituales para una buena conservación de la piel son:
Estas son las principales recomendaciones para el cuidado de la piel mayor, aunque también pueden servir para pieles sensibles.