¡Tu carrito está actualmente vacío!
ÚNETE A NUESTRA COMUNIDAD
Suscríbete a nuestra newsletter y estate al día de todas las novedades de ISSÉIMI.
La piel sensible (también llamada reactiva o hiperexcitable) es más propensa al enrojecimiento, la inflamación o el picor; reaccionando de forma negativa al contacto con determinadas sustancias o factores ambientales.
Se trata de un problema que, según las estadísticas, afecta al 30% de los españoles. Un porcentaje que ha crecido de forma inexorable durante los últimos años. ¿Por qué? Repasamos las principales causas de la piel sensible.
La rosácea es un culpable común de la piel sensible. Esta enfermedad crónica se manifiesta en forma de enrojecimiento y la aparición de pequeños bultos o granos en la cara. El problema puede ser más o menos severo y aunque no existe una cura, el uso de tratamientos como medicamentos tópicos y antibióticos orales puede disminuir la irritación.
El eczema es la otra gran afección asociada a la piel sensible. Causa inflamación y parches de piel gruesa y agrietada en las manos, los pies, las rodillas, los tobillos, las muñecas o el pecho. Se desconoce la causa exacta del eccema, pero se cree que está relacionado con una respuesta hiperactiva del sistema inmune a desencadenantes no identificados
No todas las causas de piel sensible son médicas: la piel sensible también puede ser causada por una piel severamente dañada o una reacción a la exposición al sol o al viento. El envejecimiento también puede aumentar la sensibilidad de la piel, especialmente cuando el nivel de humedad disminuye, pero el simple uso de diferentes productos para el cuidado de la piel o la hidratación regular puede prevenir estos síntomas
El entorno en el que vivimos también tiene mucho que ver con el aumento de los casos de piel sensible. Quienes habitan en grandes ciudades están constantemente expuestos a decenas de contaminantes que agreden nuestra piel. La contaminación no es el único problema sobre el que alertan los expertos. También están el tabaquismo, el uso de los tejidos sintéticos o incluso el abuso de la calefacción.
Otro de los responsables a los que apuntan los dermatólogos es el exceso de limpieza. Puede parecer paradójico, pero un exceso de higiene resulta perjudicial. El problema es que demasiado jabón hace desaparecer la capa de grasa que rodea la piel, una capa que protege nuestra piel y cuya destrucción solo hace que la piel se vuelva más sensible.
Sin embargo, muchas personas que piensan que tienen piel sensible pueden ser simplemente alérgicas a los ingredientes de determinados productos para el cuidado de la piel. En el siguiente post conocerás cuáles son los cuidados que necesita la piel sensible.