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La competencia creciente en el sector ha forzado a las marcas de cosmética a utilizar envases que destaquen por encima del resto. Eso ha dado lugar a una gran proliferación de packaging en el mercado. Repasamos los principales tipos de envases para cosmética que existen en la actualidad.
Existen tres grandes grupos de envases para cosméticos en función del material del que están hechos:
El vidrio es un material que destaca por dos cualidades: durabilidad e impermeabilidad. Por eso, se utiliza para envasar perfumes u otros productos con un alto contenido de alcohol, ya que permanecen en buenas condiciones durante más tiempo. El cristal además es el material que por excelencia nos transporta al lujo.
Los envases de aluminio o plástico son los más usados en cosmética, quizás porque en admiten infinidad de diseños y por su poco peso. Se utilizan para envasar todo tipo de cosméticos. Dentro de los envases de plástico y aluminio tenemos una gran variedad de formatos. Algunos de los más usados son los siguientes:
Tarros: Además del tarro y la tapa, suelen contar con una tapa intermedia u obturador que garantiza una mejor conservación. Algunos se acompañan con una espátula para facilitar la aplicación.
Tubos: con este tipo de envases el usuario tiene que apretar para que salga el producto. Una de las ventajas de los tubos es que el interior no puede manipularse por lo que están más a salvo de los gérmenes.
Dosificador manual: al igual que en el tubo, hace falta presión manual para extraer el producto pero en este caso se puede medir la dosis.
Envases monodosis: pensados para un único uso. Su ventaja es que se evita que el producto se deteriore (no da tiempo), además se puede transportar fácilmente. Son ideales para regalar como muestras o usar en viajes.
Pulverizadores: cuentan con un dispositivo especial para pulverizar el producto que almacenan (que debe estar en estado líquido o gaseoso).
Últimamente han aparecido envases llamados airless, que funcionan gracias a un sistema de vacío continuo (en vez de gases propelentes como los aerosoles tradicionales). A medida que el producto se consume es impulsado hacía arriba por el efecto del vacío producido. El sistema airless minimiza el contacto con el aire (aumentando la vida útil del cosmético) y funciona bien para dispensar productos de cualquier fluidez.
Cuentagotas: el uso de cuentagotas en cosmética está restringido a la aplicación de aceites, sueros (Sérums) y en general productos de poca densidad.
¿Cuál de los tipos de envase para cosmética te parece mejor? Los comentarios están abiertos.