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Las varices o venas varicosas son uno de los problemas estéticos que más preocupan. ¿Cómo se forman, pueden eliminarse? En este post recopilamos la información más relevante sobre venas varicosas.
El corazón bombea la sangre a todas las partes del organismo. En el viaje del corazón a los pies, la gravedad ayuda, pero cuándo se trata de que la sangre vuelva al corazón para oxigenarse, es un problema. La sangre retorna al corazón gracias a un sistema de válvulas en las venas.
Si una de esas válvulas es defectuosa o la pared de la vena se debilita, la sangre desoxigenada puede acumularse creando un abultamiento: la variz.
Nadie está seguro de que causa la malformación inicial de la vena, pero las venas vulnerables pueden ser parcialmente hereditarias. Las hormonas también parecen contribuir al problema, lo que explicaría el hecho de que las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar venas varicosas. Una lesión o presión añadida causada por el embarazo o la obesidad también puede hacer que una buena vena se vuelva varicosa.
Además de la apariencia característica de las venas varicosas existen otras señales de la existencia de varices: A veces, los síntomas incluyen hinchazón leve, sensación de pesadez en las piernas o un dolor sordo en el área afectada. En algunos casos, el dolor puede volverse intenso a medida que la vena distendida empuja contra los nervios circundantes.
Si bien las venas varicosas son en principio un problema de estética, ocasionalmente pueden causar problemas más serios. Cuando una vena hinchada no permite un drenaje adecuado del líquido del tejido circundante, se puede formar una úlcera en la piel cercana. Incluso dentro de la vena misma se puede desarrollar una inflamación dolorosa llamada flebitis, y en algunos casos, pueden aparecer coágulos sanguíneos peligrosos, llamados trombosis.
En la actualidad existen muchos tratamientos efectivos para las venas varicosas. Estos son más eficientes:
Se inyecta una solución «esclerosante» (endurecedora) como solución salina en la vena, causando su colapso. La vena «muerta» se convierte lentamente en tejido cicatricial que finalmente se reabsorbe en el cuerpo. Si bien el procedimiento puede realizarse en el consultorio de un médico y la inyección es relativamente indolora, en muchos casos, debe hacerse varias veces.
La terapia de luz pulsada puede marchitar una vena desde el interior, dejando cicatrices que finalmente se reabsorben. Los láseres se pueden ajustar para emitir una sola longitud de onda dirigiéndose a áreas que absorberán ese color, dejando intactos los tejidos circundantes. Un rayo de luz que apunta a la hemoglobina azulada en la sangre agotada en oxígeno calienta la sangre en la vena varicosa, escaldando la vena misma. Debido a que los láseres no pueden penetrar la piel muy profundamente, esta técnica solo es efectiva en venas cercanas a la superficie del cuerpo.
El ozono es un gran coadyuvante en el tratamiento de las varices por la mejora de la circulación que provoca
¿Sufres o has sufrido varices? ¿Conoces a alguien que se haya sometido a alguno de estos tratamientos? Los comentarios están abiertos.